Malandain Ballet Biarritz

Con más de ochenta obras en su haber, Thierry Malandain desarrolla una idea absolutamente personal de la danza. Estrechamente ligada al concepto de “Ballet” como corriente estética, su idea da prioridad al cuerpo danzante, a la celebración de su sensualidad y de su humanidad.

El Hombre y la Danza son el cuerpo y el alma de Malandain Ballet Biarritz.

Al mando de un grupo de intérpretes que dominan a la perfección la gramática de la danza clásica pero cuya expresión es actual, la trayectoria de Thierry Malandain se cimienta en profundos valores humanos. Su búsqueda del sentido y de la estética lidera, además, un estilo intemporal a la vez que musculoso, enérgico y sobrio, que saca su riqueza de las raíces de la danza y de una visión dinámica de este arte.

«Mi cultura, mi genética es la de la danza clásica y sin complejos, es algo inherente a mí. Porque si bien reconozco que algunos de sus códigos artísticos y sociales son de otro tiempo, al igual que el ADN presente en todas las células vivas, transmitido de generación en generación, mi danza incluye ciertas informaciones necesarias para el funcionamiento y desarrollo de la compañía como ser vivo. La información incluida en el ADN puede cambiar con el paso del tiempo. Lo que da como resultado la diversidad de las especies, la evolución. Y por eso mi danza es germen de variaciones. Clásica para unos, contemporánea para otros, hereditariamente neoclásica, yo simplemente intento encontrar la danza que realmente amo. Una danza que no solo deja la huella del placer, sino que busca reconciliarse con lo sagrado como respuesta a la dificultad de ser.»

A través de sus creaciones, que pueden ser tan serias como impertinentes, Thierry Malandain desea desarrollar una escritura que logre la armonía entre lo clásico y lo contemporáneo, la historia y el mundo actual. Así, a sus versiones originales de títulos como Romeo y Julieta, Cenicienta, Cascanueces o Preludio a la Siesta de un fauno añade creaciones puras como Magifique, Una Última Canción, Estro o incluso Lucifer, basada en una partitura inédita del compositor Guillaume Connesson.

Además, Thierry Malandain es un artista abierto a sus contemporáneos. Testimonio de ello son los numerosos coreógrafos, de estéticas muy diversas, apoyados por el Centro Coreógrafo Nacional en el marco del Estudio de Acogida, o su cooperación con el festival biarrota Le Temps d’Aimer, en el que ejerce de director artístico.